La litiasis renal, también denominada urolitiasis o nefrolitiasis, es una enfermedad causada por la presencia de cálculos o piedras en el interior de los riñones o de las vías urinarias (uréteres o vejiga).
Los cálculos renales se componen de sustancias normales de la orina, pero, por diferentes razones, se han concentrado y solidificado en fragmentos de mayor o menor tamaño. Según el lugar donde se forma un cálculo (el riñón o la vejiga) se puede denominar cálculo renal o cálculo vesical, respectivamente.
La litiasis renal afecta a 4% de la población mundial en una relación de 4:1 entre hombres y mujeres, aunque el riesgo se está igualando, posiblemente debido a cambios en el estilo de vida y al aumento en el porcentaje de población obesa.
Se pueden considerar dos tipos de factores de riesgo, intrínsecos y extrínsecos:
Intrínsecos:
Extrínsecos:
Además, varias medidas dietéticas generales pueden permitir un mejor control de la enfermedad, como el incremento en la ingesta de líquidos, preferentemente agua. Es esencial seguir una dieta baja en calorías, con poca sal, limitando las proteínas animales, los azúcares y el alcohol. Tampoco son recomendables alimentos como el cacao, el café, el té, los frutos secos, etcétera.
Los síntomas son diversos dependiendo del tamaño, composición y de la situación de los cálculos en el aparato urinario aunque algunos pueden pasar desapercibidos.
Los cálculos que no causan síntomas se pueden descubrir durante un análisis rutinario de orina. Por el contrario, los cálculos que producen dolor, en general, se diagnostican por los síntomas del cólico renal, junto con dolor de la zona lumbar e ingle o dolor en la zona de los genitales, sin una razón aparente. Los análisis de orina pueden revelar la presencia de sangre o pus, así como también pequeños cristales que forman el cálculo. Otras pruebas diagnósticas que se realizan son: radiografía de abdomen, urografía endovenosa, urografía retrógrada, ecografía abdominal y tomografía computerizada.
El 95% de los cálculos situados en el uréter se expulsan espontáneamente en 3 ó 4 semanas, dependiendo de su tamaño y posición.
Actualmente, entre el 90% y el 95% de los cálculos pueden eliminarse mediante procedimientos poco agresivos, como la litotricia extracorpórea por ondas de choque, que consiste en romper los cálculos en pequeños fragmentos que se pueden expulsar más fácilmente.
También es común la extracción endoscópica de los cálculos mediante ureteroscopia (a través de los propios conductos urinarios, uretra, vejiga, etc.). En circunstancias especiales, los cálculos más grandes que causan una obstrucción pueden obligar a realizar una intervención quirúrgica para poder ser eliminados.
Tomar de suficiente agua es la principal y más sencilla forma de prevenir la formación de cálculos renales, además de disminuir el consumo de bebidas gasificadas y mantener una dieta saludable.
Recuerda que adoptar hábitos más saludables en tu día a día ayuda a prevenir múltiples enfermedades.Si reconoces la presencia de algún síntoma, no lo pienses más y asiste con un especialista. Agenda tu cita.
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El Dr. Belisario Torres Alvarado es egresado de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, posteriormente se especializó en urología en el hospital Juárez de México obteniendo así a travez de la UNAM su título en la sub especialidad de cirujano urólogo
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