La cirugía laparoscópica utiliza un tubo delgado llamado laparoscopio, que se inserta en el abdomen a través de una incisión pequeña. Una incisión es un corte pequeño que se hace en la piel durante una cirugía. El tubo tiene una cámara conectada que envía imágenes a un monitor de video. El laparoscopio transmite la imagen de los órganos internos a un monitor, a través del cual el cirujano puede guiarse para realizar diferentes procedimientos quirúrgicos. El laparoscopio magnifica la imagen varias veces respecto al tamaño real, permitiendo una mejor visión de los órganos abdominales, esto permite que un cirujano vea el interior del cuerpo sin causarle lesiones importantes al paciente.
Para poder realizar la cirugía es necesario insuflar la cavidad abdominal con gas (CO2), creando un espacio amplio en el cual se puede trabajar de manera cómoda. Gracias a la visión de alta definición de los equipos actuales se obtiene una mayor precisión y un manejo más delicado de los tejidos y órganos a tratar lo que se traduce en mejores resultados. Para darnos una idea, antiguamente se realizaban grandes incisiones de 20 cm o más, con recuperación por lo menos de 15 días, actualmente realizamos aproximadamente 4 incisiones pequeñas de 0.5 a 1 cm y que en algunos casos pueden salir del hospital al siguiente día de la cirugía.
Este tipo de cirugías se pueden denominar como mínimamente invasiva, ya que permite que el tiempo que una persona tiene que pasar en el hospital sea más corto, una recuperación más rápida, menos dolor y cicatrices más pequeñas que con la cirugía tradicional (abierta).
Por medio de la laparoscopia se pueden realizar una serie de procedimientos urológicos que representan una excelente alternativa a los pacientes, entre las ventajas de la cirugía laparoscópica se encuentra el que los pacientes se recuperan con mayor prontitud que cuando son intervenidos con la cirugía tradicional abierta, en la que se hace una incisión grande. Debido a que el cirujano hace sólo unas pequeñas incisiones, en vez de una incisión grande, el dolor postoperatorio es, por lo general, menor. Es importante tomar en cuenta que no todos los pacientes son candidatos a la cirugía laparoscópica, cada persona presenta unas circunstancias únicas que tienen que ser consideradas individualmente.
Nos especializamos en el tratamiento de diferentes padecimientos mediante la cirugía laparoscópica, lo que nos permite marcar diferencia al ser especialistas en cirugías de mínima invasión brindando a nuestros pacientes una rápida recuperación.
En esta publicación hablamos de las cirugías de mínima invasión, pero entendemos que no todas las instituciones publicas o privadas del país tienen acceso a este tipo de tecnología, que si bien, es del o último en el cuidado de los pacientes urológicos, son equipos que representan fuertes inversiones, por lo que en el Centro de Urología Avanzada también somos especialistas en cirugías tradicionales abiertas.
Lo más importante de cualquier padecimiento, es detectarlo a tiempo, esto nos dará muchas más posibilidades de recuperar tu salud urológica, si tienes algún síntoma o algún pensamiento que no te deje tranquilo, no lo pospongas, agenda tu cita con un especialista.
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El Dr. Belisario Torres Alvarado es egresado de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, posteriormente se especializó en urología en el hospital Juárez de México obteniendo así a travez de la UNAM su título en la sub especialidad de cirujano urólogo
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